A CONTRARREFORMA*
"A cincuenta años del inicio de la Reforma, esta se había consolidado en la mayor parte del territorio europeo. Casi toda Alemania, Suiza, Escandinavia, los Países Bajos, Inglaterra, Escocia, Bohemia, Austria, Hungría y parte de Francia estaban embebidas del Protestantismo. Esta situación, en extremo grave para la Iglesia de Roma, que veía escurrírsele por entre los dedos más de mil años de dominación, debía tener una respuesta a la medida.
En 1540, se le había encargado a Ignacio de Loyola la creación de una fuerza especial contrarreformista. Nació así la Compañía de Jesús , llamándoseles a sus integrantes "jesuitas". Sus miembros, cuidadosamente elegidos y probados, además de guardar los votos usuales de la vida religiosa (obediencia, pobreza y castidad), debían jurar especial fidelidad a la Santa Sede, estar dispuestos a ir a donde el Papa los enviase, y hacer cualquier cosa en aras del objetivo asignado.
La Compañía de Jesús cumplió sus objetivos con malévola eficiencia. Este organismo paramilitar, apelando a actividades de espionaje, sobornos, secuestros, torturas, asesinatos, y todo tipo de calamidad imaginable, operó con total impunidad en pos del exterminio de la Reforma, sobre todo a partir del aval otorgado por el Concilio de Trento (1545-1563)
Los Jesuitas como organizadores, más la Inquisición y los ejércitos de los reyes leales a Roma (especialmente la casa de los Habsburgo), constituyeron el tridente que atacaría la Reforma.
Si la Reforma se caracterizó por acercar al pueblo y a sus líderes la idea de la valoración del hombre, de la libertad, del progreso y de la tolerancia a pesar del disenso; siendo sus principales armas las palabras y las letras, y la espada (y salvo excepciones) solo para la legítima defensa; la Contrarreforma se caracterizó por un objetivo: La aniquilación sistemática de las personas sospechosas de ser partidarios protestantes.
El resultado de la Contrarreforma fue el genocidio más grande de todos los tiempos. Los católicos retomaron el control del sur de Alemania, Bohemia, Austria, Hungría, Polonia y Bélgica, y se consolidaron definitivamente en los países meridionales como Portugal, España e Italia.
Y como para muestra solo hace falta un botón, vaya este dato: Para el año 1600, los protestantes constituían cerca del 80% de la población de Bohemia, estimada en unas 4 millones de personas. Luego de las operaciones contrarreformistas quedaron solo unas 800 mil, todas católicas".
Si la Reforma se caracterizó por acercar al pueblo y a sus líderes la idea de la valoración del hombre, de la libertad, del progreso y de la tolerancia a pesar del disenso; siendo sus principales armas las palabras y las letras, y la espada (y salvo excepciones) solo para la legítima defensa; la Contrarreforma se caracterizó por un objetivo: La aniquilación sistemática de las personas sospechosas de ser partidarios protestantes.
El resultado de la Contrarreforma fue el genocidio más grande de todos los tiempos. Los católicos retomaron el control del sur de Alemania, Bohemia, Austria, Hungría, Polonia y Bélgica, y se consolidaron definitivamente en los países meridionales como Portugal, España e Italia.
Y como para muestra solo hace falta un botón, vaya este dato: Para el año 1600, los protestantes constituían cerca del 80% de la población de Bohemia, estimada en unas 4 millones de personas. Luego de las operaciones contrarreformistas quedaron solo unas 800 mil, todas católicas".
MOMENTOS DA REFORMA
A Derrota da Invencível Armada"Para fines de del siglo XVI, la Contrarreforma ya se había organizado y el catolicismo recuperaba terreno otrora ganado por los protestantes. Por supuesto, no sería a fuerza del convencimiento, sino de la aniquilación sistemática.
Pero hubo un punto en la historia que definiría el destino de la Reforma, su consolidación o su desaparición.
Desde 1556, reinaba en España Felipe II, de la casa de los Habsburgo, aliados de Roma y archienemigos de los protestantes. En el apogeo de su poder, decidió invadir Inglaterra, en ese entonces un bastión protestante. Especialmente con ese objetivo, preparó una colosal fuerza naval que fue llamada “La Armada Invencible”.
El 20 de Mayo de 1588 partieron de Lisboa rumbo a Inglaterra, 130 buques, con 8.253 marinos, 2.088 remeros y más 19.295 hombres de guerra. Las posibilidades británicas eran escasas, pero no la decisión de la Reina Elizabeth I. Lejos de cualquier idea de acuerdo o capitulación ordenó la defensa y convocó a una campaña de oración. Y lo impensable ocurrió.
Las fuerzas de Felipe II fueron sorprendidas en medio del más terrible de los temporales. Cuentan algunos historiadores que el clima era tan adverso y la confusión de tal magnitud, que las fuerzas españolas fueron dispersadas, al tiempo que algunas de sus naves impactaban entre sí. Mientras tanto, en la costa inglesa, el clima se mostraba más tranquilo y con vientos mar adentro que favorecían el alcance de los cañones y la maniobrabilidad de sus barcos de menor porte. La Armada Invencible fue destrozada, de tal manera, que los ingleses tardaron bastante tiempo en darse cuenta de la magnitud de los daños que habían sufrido los frustrados invasores.
Como resultado de esta batalla, cambió el balance de fuerzas hasta hoy en día. Entre otras consecuencias, los ingleses pasaron a dominar los mares, y el destino de desaparición de la Reforma en Europa fue abortado.
Luego de la catástrofe, Felipe II dijo: “Yo envié a mis naves a luchar contra los hombres, no contra las tempestades.” Por su parte, la Reina Elizabeth I hizo grabar una inscripción que decía: «Dios sopló y fueron dispersados»."
USO DO HÍFEN: Regra: prefixos terminados em vogal diante de palavras que começam com r e s, perdem o hífen e dobram-se essas consoantes. Ex.: Contrarreforma.Pero hubo un punto en la historia que definiría el destino de la Reforma, su consolidación o su desaparición.
Desde 1556, reinaba en España Felipe II, de la casa de los Habsburgo, aliados de Roma y archienemigos de los protestantes. En el apogeo de su poder, decidió invadir Inglaterra, en ese entonces un bastión protestante. Especialmente con ese objetivo, preparó una colosal fuerza naval que fue llamada “La Armada Invencible”.
El 20 de Mayo de 1588 partieron de Lisboa rumbo a Inglaterra, 130 buques, con 8.253 marinos, 2.088 remeros y más 19.295 hombres de guerra. Las posibilidades británicas eran escasas, pero no la decisión de la Reina Elizabeth I. Lejos de cualquier idea de acuerdo o capitulación ordenó la defensa y convocó a una campaña de oración. Y lo impensable ocurrió.
Las fuerzas de Felipe II fueron sorprendidas en medio del más terrible de los temporales. Cuentan algunos historiadores que el clima era tan adverso y la confusión de tal magnitud, que las fuerzas españolas fueron dispersadas, al tiempo que algunas de sus naves impactaban entre sí. Mientras tanto, en la costa inglesa, el clima se mostraba más tranquilo y con vientos mar adentro que favorecían el alcance de los cañones y la maniobrabilidad de sus barcos de menor porte. La Armada Invencible fue destrozada, de tal manera, que los ingleses tardaron bastante tiempo en darse cuenta de la magnitud de los daños que habían sufrido los frustrados invasores.
Como resultado de esta batalla, cambió el balance de fuerzas hasta hoy en día. Entre otras consecuencias, los ingleses pasaron a dominar los mares, y el destino de desaparición de la Reforma en Europa fue abortado.
Luego de la catástrofe, Felipe II dijo: “Yo envié a mis naves a luchar contra los hombres, no contra las tempestades.” Por su parte, la Reina Elizabeth I hizo grabar una inscripción que decía: «Dios sopló y fueron dispersados»."
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