Fue el doble de gente que la noche del viernes. Hubo shows desde temprano.
MULTITUD
LA GENTE LLEGABA HASTA LA AVENIDA DE MAYO Y OCUPO TAMBIEN CERRITO Y CARLOS PELLEGRINI. MUCHOS SE APOSTARON DETRAS DEL ESCENARIO.
Los padres con chicos empezaron a caer a las dos de la tarde para los espectáculos infantiles. Los adolescentes comenzaron a arrimarse cuando caía el sol para ver a las bandas de rock cristiano Rescate y Kyosco. Y los adultos llegaron cuando anochecía, para el show de Los Náufragos y el mensaje de Luis Palau, que ya de tarde había salido de sorpresa a hablar con los chicos (ver Una tarde...). Pese a las críticas (ver Otra...), el pastor volvió a convocar a una verdadera multitud ayer, casi el doble de gente que había ido el viernes.
A diferencia de la noche anterior, el público también ocupó Carlos Pellegrini y Cerrito. Los asistentes llegaban hasta avenida de Mayo y muchos incluso se acomodaron detrás del escenario, hacia Lavalle, para estar más cerca del líder. Los organizadores hablaron de 370.000 personas. La Policía no difundió cifras. Según un cálculo de Clarín, rondaron las 100.000. El pico de la concurrencia, de nuevo, se dio para la prédica de Palau.
La gente llegó en grandes grupos desde distintos puntos de Capital y el Conurbano. Muchas familias se instalaron desde temprano, con sillas plegables y la vianda completa. Como Andrea Menéndez, de 19 años, que vino en colectivo de Bernal Oeste con su hija Angie González y su amiga Gisele Toro, ambas de 13 años. "Nos trajimos el picnic", dijeron, las tres con vinchas que tenían la leyenda "Jesús es vida" y que compraron a un peso.
Los fieles matizaron la espera con los números musicales y también con mucho mate. "Sigo a Palau desde hace 19 años. Vine desde Hurlingham con mi familia y mis amigos. Y es la primera vez que voy a verlo", contó emocionada Beatriz Cricri (40).
En el puesto de Defensa Civil de Cerrito y Sarmiento atendieron a mucha gente, la mayoría por desmayos por baja presión. La razón: la gran cantidad de público, que hacía imposible estar cerca del escenario. Muchos fieles, como Jésica Espíndola (19), intentaban ingresar entre la marea humana por el costado sobre la calle Cerrito, para escuchar más de cerca la palabra del pastor Palau, que salió después de las 10 de la noche.
http://www.clarin.com/diario/2008/03/16/sociedad/s-04301.htm
Comente, participe, dê sua opinião.
Para melhorar eu preciso ouvir você.
João Cruzué - cruzue@gmail.com
.
